Descripción
Tiene su origen en unas notas del autor para ayudar a los estudiantes de Cursos de Estudio Bíblico. Dichas notas circularon por España en los tiempos difíciles, en muchos sentidos, tanto por la situación del país como por la escasez de literatura que había entonces, todo lo contrario de ahora que tenemos en abundancia. Esta fue también la primera publicación de la serie de Cursos de Estudio Bíblico. En el prólogo que escribió el Sr. Trenchard, un año antes de su muerte, dice: “exposiciones en castellano sobre los evangelios escasean”. Sin embargo, en la actualidad tenemos una verdadera inflación. No se trata de un comentario “erudito” si con este nombre entendemos que no expone ninguna de las problemáticas académicas que sí se enseñan en seminarios, institutos y escuelas bíblicas, como por ejemplo, “el problema sinóptico”, es decir, el análisis literario de los documentos de los tres primeros evangelios para reconstruir la historia original. Hay un consenso entre los eruditos que los autores del primer y tercer evangelios tenían delante de sí el de Marcos, aspecto este que sí se menciona en la introducción. O también “el secreto mesiánico de Marcos”, que consiste en observar que una de las características de este evangelio es la frecuencia con que Jesús ordena a los espíritus inmundos y a los sanados que guarden silencio y no desvelen su identidad (1:25, 34, 43-44; 3:12, 5:43, 7:24, 8:26,30, 9:9).No obstante, al comentar la sanidad del leproso dice: “Hemos de suponer que el Señor prohibió que los sanados hablasen de la obra efectuada en ellos durante esta primera etapa de su ministerio para evitar aglomeraciones de gente curiosa, que podrían impedir el desarrollo normal de su misión”. Por otro lado, tampoco se alude al problema de los tres finales de este evangelio y que el de la versión RVR60 es el conocido como “largo”, el cual lo más seguro es que no fue escrito por Marcos. Justifica Trenchard el asunto de las señales como que eran credenciales necesarias de los mensajeros que anunciaban el Evangelio a judíos y gentiles. Aun no siendo una obra erudita, no obstante tiene en cuenta el trasfondo social y religioso de Palestina en tiempos de Jesús, algo esencial en todo comentario bíblico.
Juntamente con los otros comentarios escritos por D. Ernesto, como se le conocía, se publicó este en 2013, en la obra “Comentario expositivo del Nuevo Testamento”, editado por CLIE en colaboración con la comisión de Publicaciones y Enseñanza del CEFB.
El libro consta de 22 capítulos que es el modo con que se ha dividido en secciones de alrededor de 25 versículos cada una, aunque hay variaciones según la extensión del capítulo del Evangelio. Cada capítulo del libro tiene una introducción y está dividido a su vez en epígrafes, lo que facilita la búsqueda del comentario de un versículo determinado. Al final de capítulos alternos hay un cuestionario con tres preguntas para meditar y recapacitar. ¿Por qué no se formulan en todos los capítulos? No lo sabemos, pero estaría muy bien para grupos de estudio bíblico. Destacamos los sabios consejos que da para la comprensión del sermón profético en el capítulo 18. Sin embargo, el uso del término rapto, por sus connotaciones, en vez de arrebatamiento y otras expresiones, hace depender la exégesis de la escuela escatológica del autor, lo que tampoco debe hacerse.
Como dice el Sr. Trenchard se trata de una sencilla exposición, pero no por eso deja de ser importante y muy adecuada para los hermanos que dan sus primeros pasos en su vida cristiana o llevan ya un tiempo pero no han tenido ocasión de estudiar un evangelio individualmente o en grupos de estudio bíblico. El lenguaje es comprensible a todos y a pesar de que han transcurrido bastantes años desde su primera edición, conserva la atracción que tuvo para la primera generación que estudió el segundo evangelio con él.
Pedro Puigvert