Descripción
Este nuevo libro que promociona el Centro Evangélico de Formación Bíblica de Madrid (CEFB), es un trabajo inédito y que sirve para dar a conocer a Daniel Benítez, quien sirve al Señor en nuestro país junto a su esposa, María, como obreros a pleno tiempo del Fondo de Evangelización (FONDEVÁN).
En la actualidad desarrolla su ministerio de enseñanza en la malagueña Asamblea de Hermanos de San Pedro de Alcántara y colabora con Nueva Luz, obra de ayuda espiritual a personas invidentes. Al margen de esto, Daniel es profesor de Teología en el Centro de Investigaciones Bíblicas (CEIBI) y en FoCO Bíblico-Andalucía, y compagina todo esto con la coordinación del Comité Regional del Taller de Predicadores de Andalucía. Daniel desarrolló una labor de investigación con el fin de presentar el trabajo de fin de grado ante el CEIBI, para obtener el grado de Teología donde ha tratado de responder a la pregunta: La Trinidad: ¿Es doctrina negociable o es fundamento esencial? Por esta causa, contamos con una exposición sobre la doctrina de la Santísima Trinidad a lo largo de siete capítulos, donde en los primeros cinco encontramos la evidencia en torno a la Trinidad, el concepto acerca de la misma, la formulación de la doctrina trinitaria, la construcción histórica y principales herejías. Por último, se abordan las consecuencias y aplicaciones prácticas de la doctrina de la Trinidad. El capítulo sexto contiene la conclusión final y el último capítulo, el epílogo como evidencia y experiencia personal. Tal y como indica en el prólogo José Manuel Díaz Yanes, Rector del CEIBI, vivimos en tiempos en los que algunas de las doctrinas fundamentales que los cristianos evangélicos hemos sostenido con más contundencia como por ejemplo, la inerrancia de las Escrituras o la creación del universo y el origen del hombre, como un acto especial de Dios, son puestas en duda, y esto es así, porque también se cuestiona la doctrina sobre Dios mismo como santo y trino. Esta obra es breve pero muy sustanciosa y bien ordenada en el desarrollo del tema y cuenta con una bibliografía muy completa que se echa en falta en otros libros más voluminosos que intentan explicar la misma doctrina.
La intención del autor es que al margen de las dudas que se puedan aclarar, el lector entienda esta doctrina clave y se acerque a Dios con la intención de conocerle. En el inicio de sus páginas, hay un reconocimiento de la humildad que todo ser humano necesita ante un misterio inabarcable como es lo que Dios es en su plenitud siendo uno y trino. En cierto modo, a nuestro orgullo le cuesta reconocer la dificultad al explicar la naturaleza de Dios en tres personas y a la vez en unidad, siendo excelso. Es su majestad las que nos hace arrodillarnos para acercarnos hasta él, sabiendo que se ha revelado a nosotros de muchas maneras a lo largo de la antigüedad hasta hacerlo en Hijo (He. 1:2). Aunque no encontremos el término “Trinidad” en la Biblia, lo cierto es que en muchos textos se nos presenta una pluralidad dentro de Dios que apunta a tres personas que conviven, siendo Dios suficiente en sí mismo. Algo tan grande para una mente tan limitada como la nuestra, requería de una revelación progresiva que Dios ha realizado a lo largo de siglos para que entendamos lo que Daniel denomina “Tri-unidad”, término que hace justicia no sólo al hecho de la distinción de personas, sino también a la unidad en una misma esencia de tres personas (pág. 29). De esta forma, sabemos que estamos tratando con un Dios, y no con la unión de entidades separadas. En Dios no hay tres individuos separados y con una esencia propia individual distinta de los otros dos, entre las personas de la Tri-unidad hay una relación eterna que siempre ha existido y existirá por la eternidad (pág. 33). Finalmente, se define la Trinidad como “la doctrina que afirma que Dios, siendo uno en su esencia indivisible y naturaleza, subsiste en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cada una de esas personas son distintas pero siguen siendo plenamente Dios cada una de ellas” (pág. 51).
Es interesante cómo se define el resurgimiento de las viejas herejías sobre esta doctrina en grupos que se consideran cristianos, algunos cercanos a nuestras iglesias y es importante advertirlo como se hace en esta obra. Por otro lado, la bendición que conlleva entender lo que Dios ha revelado sobre sí mismo, trae consecuencias positivas innegables en todos los ámbitos de nuestra vida a nivel personal, familiar, eclesial y social. Con toda seguridad, esta obra de investigación, traerá bendición a quienes la consideren, como ocurrió con los participantes que asistieron al curso intensivo sobre este tema que Daniel Benítez impartió en Madrid el pasado año coordinado por el CEFB, dado que este libro es un material que sirve también de soporte para estos seminarios.